Se divide en cinco apartados claramente definidos con subtítulos. El primero habla sobre la era de la información en la que vivimos, donde, por desgracia, los avances tecnológicos son utilizados, bajo criterio del autor, como medio de las organizaciones dominantes para obtener mayor beneficio (mediante la unión de éstos con la ley de mercado y la globalización). Además también incluye la investigación científica y la innovación tecnológica, que están limitadas a placer de dichas organizaciones.
En la segunda parte habla de Internet, de su creación y gestión por parte de los usuarios del mismo. Añade las ventajas de la red, incluyendo su uso como promoción de la libertad de expresión y criticando la utilización del mismo para su comercialización.
El tercer apartado, compara el software libre y de código abierto con el software comercial y capitalista. La conclusión que obtiene es que el primero proporciona una ayuda más notable a la productividad económica, apoyando de forma considerable la innovación tecnológica.
Entrando en el penúltimo apartado, el autor hace una severa crítica a la propiedad intelectual, acusándola de obstaculizar la calidad de la vida y el progreso tecnológico en la era en la que vivimos.
El quinto y último apartado es simplemente una conclusión general sobre los apartados anteriores.
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